La ptosis palpebral o dolencia de los párpados caídos es uno de los problemas más habituales en el ámbito de la oculoplastia. Su nombre, aunque suene complicado, no es más que una expresión visual (y nunca mejor dicho), de su efecto estético: ptosis viene del griego ‘caída’, y palpebral es el adjetivo que describe al párpado o todo lo relacionado con él.
Este trastorno puede afectar tanto a niños (por una cuestión congénita) como a adultos (adquirida mayoritariamente por el avance de la edad, aunque puede estar provocada también otras causas).
Estéticamente se observa que uno o ambos párpados superiores se ‘descuelgan’ sobre el ojo, perjudicando la visión normal en diferentes grados.
Afecta a niños en menor medida y a adultos por el avance de la edad
En el caso de los más pequeños es importante una detección temprana, pues las limitaciones que se producen en la visión, si no se tratan a tiempo, suelen derivar en problemas como el ojo vago o la ambliopía. Deberían ser evaluados por un oftalmólogo lo antes posible para determinar su grado de afectación y el tratamiento más adecuado.
La ptosis palpebral en los niños deviene de un incorrecto desarrollo del músculo responsable de elevar el párpado superior (músculo elevador) o de alteraciones en el estímulo nervioso que acciona ese tejido. En el primer caso se denomina ptosis miogénica, y cuando la afección es nerviosa se le llama neurogénica. La solución en edad temprana es casi siempre quirúrgica y se trata de una operación sencilla.
En pequeños con ambliopía u ojo vago, la cirugía de corrección de la ptosis puede ir acompañada de otros tratamientos complementarios, como la corrección mediante parches en el ojo, gafas o gotas para fortalecer el ojo más débil. Existes soluciones en el mercado para mejorar el estado de los pacientes de forma ágil y efectiva. En NTC Pharma, empresa farmacéutica especializada en productos y medicamentos para la salud ocular, hemos confeccionado un amplio catálogo dirigido a paliar y mejorar estas dolencias. Disponemos tanto de apósitos o parches de corrección, como de geles oftálmicos, pomadas o soluciones especialmente indicadas para la sequedad y molestias derivadas del ojo vago.
La caída de los párpados en adultos se debe en la mayoría de las ocasiones al envejecimiento de los tejidos. En su caso, éste puede producir la reducción paulatina o incluso la falta total de estímulo nervioso en el músculo. Esto provoca la caída o descuelgue del párpado.
Entre las causas comunes se contemplan también la aparición de quistes o tumores en la zona, y no es infrecuente la ptosis palpebral por traumas o golpes en la cuenca orbital que afectan al músculo elevador o a los nervios que lo estimulan.
Primeros síntomas del párpado caído
Dejando a un lado la cuestión meramente estética del párpado caído, que normalmente es una de las primeras señales percibidas por los pacientes que recurren al especialista, lo habitual es que el perjudicado haya comenzado a arquear o levantar las cejas a la hora de leer o enfocar. También es frecuente que se comience a levantar el mentón inclinando la cabeza hacia atrás.
Aún no se es consciente de que no es ni una cuestión postural, ni un problema más frecuente como la presbicia, también asociado a la edad.
El paciente observa cómo ha mermado su campo visual desde la parte superior, como si alguien hubiera empezado a ‘bajar la persiana’ poco a poco. En los casos debidos al envejecimiento el proceso suele ser lento y progresivo, lo que da lugar a consultas tardías, que llegan al especialista con el proceso en pleno avance o muy acusado. Esto ocurre cuando se produce en ambos ojos al tiempo, con simetría, y hace que no se perciba inmediatamente.
En los casos en los que sólo se observa en uno de los párpados, la alarma es más rápida y se consulta de manera más temprana. En esta situación la causa suele deberse, como hemos referido anteriormente, a funcionamientos defectuosos del músculo elevador provocados, bien por traumatismos, bien por enfermedades de tipo muscular o incluso neurológicas.
Tratamiento quirúrgico y soluciones estéticas para la ptosis palpebral
En función de la causa determinada por el especialista, éste fijará el tipo de intervención quirúrgica y cómo devolver el párpado a su altura óptima. El objetivo inicial es devolverle al paciente su campo visual completo y, al tiempo, resolver problemas estéticos como la falta de simetría en ambos párpados y los embolsamientos de piel y grasa derivados de la ptosis palpebral (blefaroplastia estética).
En cuanto a la intervención, se realiza con anestesia general en los más pequeños, y sedación o anestesia local en mayores. Comienza con una incisión fina, bien a la altura del pliegue natural del párpado caído, bien en su cara interna. Generalmente se aprovecha para tensar el músculo elevador y que éste sostenga el párpado a la altura ideal.