Para entender la importancia de la tensión ocular es preciso conocer, en primer lugar, qué se entiende por este término médico, y qué consecuencias puede tener en la salud de los seres humanos.

Para empezar, es conveniente explicar que la tensión ocular, también llamada presión intraocular o utilizando el acrónimo ‘PIO’, mide los niveles de presión del humor acuoso en el segmento anterior del ojo (la zona que hay detrás de la córnea y frente al iris).

En un ojo sano, el humor acuoso accede a ese segmento y, posteriormente, se drena por el llamado ángulo de drenaje, de una manera equilibrada, sin provocar tensión. En este proceso que se desarrolla de forma natural, y si se produce de la forma correcta, entra una cantidad aproximadamente igual a la que se drena.

Sin embargo, cuando existen problemas de drenaje, se acumula una cantidad mayor de humor acuoso entre las cámaras anterior y posterior del ojo, lo que provoca precisamente esa presión o tensión ocular.

¿Qué se considera tensión ocular alta?

Los parámetros considerados normales en la tensión ocular se sitúan entre los 12 y 22 mmhg (milímetros de mercurio).

Por encima de esa medida se entiende que la persona sufre hipertensión ocular, lo que en muchas ocasiones, pero no de manera correlacional puede alertar sobre otras dolencias, por ejemplo sobre un posible glaucoma, una de las enfermedades más comúnmente asociada a esta dolencia del ojo humano.

El problema generado por ese aumento de la tensión ocular, que supera con creces los 22 mmhg y puede llegar hasta los 70-80mmgh, suele estar provocado porque la acumulación de humor acuoso ejerce tal presión que daña el nervio óptico.

Entre los síntomas detectados en pacientes con tensión ocular alta, los más comunes están relacionados con

  1. Irritación o enrojecimiento del ojo enfermo.
  2. Problemas generales de enfoque o visión borrosa.
  3. Molestias o dolor en el ojo afectado y sus alrededores (incluso percibidos como dolores de cabeza intensos).
  4. En ocasiones, también se han referido sensaciones de nausea que pueden llegar a provocar el vómito, visión en túnel, problemas para enfocar en la oscuridad y otros.

Los expertos consideran muy relevante la periodicidad de las visitas al oftalmólogo para, en su caso, poder detectar el posible problema de tensión ocular alta y su diagnóstico precoz. Como en la mayoría de las enfermedades, cuanto antes se detectan mayores son las posibilidades de éxito en el tratamiento.

Además, el examen oftalmológico para detectar o descartar presión ocular, es un procedimiento rápido e indoloro, que puede ser realizado tanto en consultas especializadas como en el sistema sanitario general. No se requiere preparación previa, más allá de trámites generales como la respuesta a formularios para conocer el historial del paciente afectado, con detalles sobre si toma de medicación en el momento de la prueba, si existen dolencias oculares diagnosticadas previamente, etc.

¿Por qué es importante vigilar la tensión ocular?

La importancia de vigilarla radica precisamente en que pueda detectarse rápidamente y actuar sobre ella para impedir problemas mayores. Es común en muchas patologías asociadas al ojo que no se perciban síntomas preocupantes por parte del paciente o que estos se asocien a cansancio, situaciones de estrés, etc., y que, por tanto, sean diagnosticadas demasiado tarde. De ahí la importancia de las revisiones oculares regulares o periódicas.

En el caso de la tensión ocular alta, tradicionalmente se la ha relacionado con una alta posibilidad de padecer glaucoma, por lo que la recomendación es básicamente la visita rápida al especialista para confirmar o descartarlo.

Aunque una gran parte de las patologías asociadas al ojo se abordan vía cirugía ambulatorias o sin ingreso, los avances en esta materia cada vez incluyen en más ocasiones el tratamiento con medicamentos, que permiten controlar la enfermedad o dolencia detectadas. De hecho, dentro de esta especialidad las expectativas de la actuación con tratamientos de este tipo (geles, soluciones, pomadas y colirios) frente al paso por quirófano, son cada vez más elevadas y se espera que en los próximos años continúen aumentando.

La industria farmacéutica, consciente de la necesidad de habilitar nuevos tratamientos de farmacoterapia tópica, invierte miles de millones al año en todo el mundo para el desarrollo de estos medicamentos.

En NTC-Pharma contamos con el desarrollo de productos propios y la adquisición de licencias de terceros y nuestro propósito es convertirnos en un referente en esta área de la oftalmología. Somos conscientes de la importancia de invertir en este campo y de los incontables beneficios que genera para los pacientes, que evitan así tener que someterse a cirugías en dolencias en las que hace poco tiempo era inevitable hacerlo. Del mismo modo, fabricamos productos que son imprescindibles también en los tratamientos post-quirúrgicos. Como determinados tipos de antiobióticos o antiinflamatorios específicos para problemas oculares y sus respectivas intervenciones.