Las lesiones en la córnea requieren de un diagnóstico preciso, ya que se trata de traumatismos oculares que pueden derivar en complicaciones a largo plazo. En estos casos, los profesionales de la salud realizan una evaluación exhaustiva y al detalle, con un examen físico a través de diversas pruebas diagnósticas, con el fin de ser capaces de comprender cuál es realmente la extensión y la naturaleza del daño.
¿Qué es una lesión corneal?
Una lesión corneal hace referencia a cualquier tipo de daño o trauma que afecta a la córnea, la superficie clara y curva de la parte delantera del ojo, que se encarga de cubrir el iris y la pupila. La córnea es una parte fundamental de la función del enfoque visual, ya que actúa como una “ventana”, además de ser la primera lente del sistema óptico, ayudando a controlar la entrada de luz para producir una visión clara. Debido a su ubicación y prominencia, la córnea es especialmente vulnerable a lesiones.
Causas más comunes de lesiones corneales
- Traumatismo directo: Golpes en el ojo con objetos pequeños que viajan a gran velocidad, como balines, piedras o piezas de metal.
- Exposición ambiental: Viento fuerte, exposición a luz UV sin protección adecuada, o partículas pequeñas en el aire pueden causar abrasiones o lesiones.
- Manipulación inadecuada de lentes de contacto o lentillas: Uso prolongado, no seguir los procedimientos de higiene adecuados, o el uso de lentes dañados.
- Procedimientos quirúrgicos: Complicaciones durante o después de intervenciones quirúrgicas oculares.
¿Qué partes del ojo se ven afectadas en una lesión de la córnea?
La córnea consta de cinco capas principales: el epitelio, la membrana de Bowman, la estroma, la membrana de Descemet y el endotelio. Dependiendo de la naturaleza y la profundidad del daño producido, una lesión corneal puede afectar a una o más capas, resultando en una potencial pérdida de visión o dolor significativo.
Principales lesiones oculares
Heridas o laceraciones corneales
Las laceraciones corneales son cortes profundos causados por objetos afilados o impactos directos en el ojo. Estas lesiones pueden penetrar varias capas de la córnea y, sin tratamiento adecuado, pueden llevar a infecciones graves o pérdida de visión.
Úlceras en el ojo
Las úlceras corneales suelen ser erosiones provocadas por infecciones bacterianas, virales o fúngicas. También pueden ser causadas por la falta de una adecuada protección ocular, dejando la córnea expuesta a irritantes externos.
Abrasiones en la córnea
Abrasión en la córnea por líquido corrosivo
El contacto con sustancias químicas puede causar daños severos en las capas superficiales de la córnea, resultando en dolor agudo, enrojecimiento y, en casos severos, pérdida de visión.
Abrasión en la córnea por lentes permeables
El uso inadecuado de lentes de contacto o lentillas, especialmente los modelos permeables o mal ajustados, puede provocar abrasiones que, si no se tratan, podrían evolucionar a infecciones corneales.
Presencia de objetos o cuerpos extraños
Partículas pequeñas, como polvo, arena o metal, pueden adherirse o incrustarse en la córnea, causando abrasiones o laceraciones que, si no se remueven, podrían complicarse con infecciones.
Golpes o traumatismos en los ojos
Los impactos directos, como los producidos por accidentes o durante actividades deportivas, pueden causar desde abrasiones superficiales hasta lesiones más profundas en la córnea y estructuras internas del ojo.
Fracturas orbitales
Aunque indirectas, las fracturas de la órbita pueden afectar la córnea al alterar la anatomía normal del ojo, resultando en una potencial presión contra el globo ocular y causando abrasiones.
Patologías en la córnea
Enfermedades preexistentes como el queratocono o distrofias corneales pueden predisponer a la córnea a sufrir lesiones o complicar el proceso de curación de cualquier trauma.
Síntomas de una lesión en la córnea
Las lesiones en la córnea pueden manifestarse a través de varios síntomas, cuya intensidad y especificidad dependen del tipo y la gravedad de la lesión. Es importante reconocer estos síntomas para un diagnóstico temprano y comenzar el tratamiento adecuado, lo que puede prevenir complicaciones serias y preservar la visión.
Dolor ocular
- Intensidad: El dolor puede variar desde una leve irritación hasta un dolor agudo y punzante, especialmente evidente en las laceraciones profundas o las úlceras corneales.
- Naturaleza: El dolor a menudo se describe como la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo, y puede ser constante o intermitente dependiendo de la lesión.
Enrojecimiento e inflamación
- Enrojecimiento: La hiperemia (exceso de sangre) en los vasos sanguíneos que rodean la córnea y la esclera puede causar un enrojecimiento notable.
- Inflamación: La inflamación puede ocurrir en respuesta a la lesión, lo que a menudo resulta en un engrosamiento o edema de los tejidos alrededor del ojo y los párpados.
Sensación de cuerpo extraño
Los pacientes suelen indicar que sienten como si hubiera arena, polvo o pequeños fragmentos en el ojo, lo cual es particularmente común en las abrasiones corneales.
Sensibilidad a la luz
La fotofobia es una sensibilidad excesiva a la luz que puede ser dolorosa y debilitante, lo que refleja la irritación e inflamación de la córnea y otras estructuras internas del ojo.
Lagrimeo excesivo
Como respuesta a la irritación o el daño, el ojo puede producir lágrimas excesivamente para intentar lavar y proteger la córnea.
Visión borrosa
El daño a la córnea puede afectar su claridad y suavidad, lo que interfiere con su capacidad para enfocar la luz correctamente, resultando en visión borrosa o distorsionada.
Descarga ocular
En casos de infección secundaria, como en las úlceras corneales, puede aparecer una descarga de pus o moco, lo que puede hacer que los párpados se peguen, especialmente después de dormir.
Cambios en la apariencia del ojo
- Opacidad de la córnea: Lesiones graves pueden hacer que la córnea se torne opaca o blanca, un signo de cicatrización o inflamación severa.
- Cambios en la forma de la córnea: En algunos casos, la forma de la córnea puede alterarse, lo cual es particularmente evidente en condiciones como el queratocono.
Signos de infección
Si una lesión corneal conduce a una infección, los síntomas pueden intensificarse rápidamente, incluyendo aumento del dolor, enrojecimiento, fiebre y la sensación de calor alrededor del ojo.
Tratamiento de lesiones corneales
El tratamiento de las lesiones corneales varía ampliamente dependiendo de la naturaleza y gravedad de la lesión. El objetivo principal es restaurar la integridad de la córnea, aliviar los síntomas como el dolor y la irritación, prevenir infecciones y, en última instancia, preservar o restaurar la visión.
- Lesiones oculares: Se tratan mediante el uso de lubricantes, antibióticos tópicos o vendajes con lentes de contacto terapéuticos.
- Laceraciones oculares: Dependiendo del grado, se abordan a partir de procedimientos más complejos, como los cierres quirúrgicos, antibióticos intravenosos y antiinflamatorios.
- Quemaduras químicas: Estas lesiones requieren atención inmediata, como el lavado rápido del ojo, un tratamiento de pH ocular, terapia con medicamentos y, en los casos más graves, cirugía reconstructiva.
- Úlceras corneales: En este caso, se trata de eliminar la infección y estimular la cicatrización mediante un cultivo para conocer el patógeno, antibióticos o antifúngicos o cirugía si se requiere.
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