El cuidado de los ojos y la visión es fundamental. Una correcta salud ocular puede evitar afectaciones y problemas que pueden llegar a complicarse causando patologías crónicas y afecciones severas.

Derrame en el ojo por estrés

Una de las afecciones más comunes es el derrame en el ojo por estrés. El estrés se ve reflejado en el cuerpo de diferentes maneras y algunos de los síntomas ocurren en los ojos.

El estrés puede provocar el aumento de la presión arterial y por consecuencia un derrame ocular. Dependiendo de la zona que se vea afectada la lesión puede ser poco preocupante hasta severa.

Lo más común es que los derrames por estrés salgan en la esclerótica (la parte blanca del ojo). El derrame consiste en la rotura de algunos vasos sanguíneos y estos sangran, dejando la característica marca roja en el ojo, donde en ocasiones se pueden reconocer los vasos.

Cómo tratar el derrame en el ojo por estrés

De forma habitual, en dos o tres semanas el derrame desaparecerá por sí solo. El tiempo dependerá principalmente del tamaño del derrame y de la salud ocular.

Durante el tiempo en el que derrame se reabsorbe hasta desaparecer, se pueden apreciar diferentes fases o cambios de color, pasando de rojo, a amarillo y luego a marrón.

Si por un casual el derrame no sufriera este proceso o perdurase de manera prolongada, es recomendable visitar a un especialista.

Además, este tipo lesiones no duelen ni afectan a la visión, por lo que si aparecen algunos de estos dos síntomas, es fundamental acudir a un especialista lo más rápido posible.

Ya que la solución ante un derrame es cuestión de tiempo, lo que si se puede hacer es tener en cuenta una serie de recomendaciones y hábitos de higiene ocular que reducan las posibilidades de la aparición del derrame.

Temblores de ojo

Otro de los síntomas mas comunes del estrés en nuestros ojos es el temblor de ojos o de párpados. Está reacción es bastante común y no es preocupante. Igual que ocurre con el derrame, el tic o parpadeo involuntario suele desaparecer al paso del tiempo, principalmente cuando se reducen o solucionan las situaciones temporales que producen ese estrés. También puede estar producido por la falta de sueño o por el consumo de cafeína.

Lo recomendado ante estas situaciones es aumentar las horas de sueño, reducir el consumo de bebidas con cafeína y utilizar colirios o gotas oftálmicas que ayuden a hidratar el ojo.

Blefaritis por estrés

También el estrés puede producir la inflamación de los párpados. Esta patología se conoce como Blefaritis. Además de la inflamación de los párpados, la Blefaritis puede presentar otros síntomas como el enrojecimiento del ojo, fotofobia, picor, exceso de lagrimeo, visión borrosa, etc.

Si existen alguno de estos síntomas, es importante visitar a un especialista ya que las causas de la Blefaritis son diversas y por lo tanto, para un correcto tratamiento, es importante conocer la causa de la patología.

Pero sin importar cual sea la causa, será fundamental llevar una correcta higiene y limpieza de ojos y párpados con productos específicos para la blefaritis.

Estrés o Fatiga ocular

La fatiga ocular es una patología muy común que esta ocasionada por realizar esfuerzo excesivo o prolongado a la hora de enfocar de cerca. Este tipo de patologías han aumentado debido al uso continuado de pantallas en ambientes laborales, en educación y ocio.

Los síntomas del estrés ocular pueden ser muy variados. Algunos de los más comunes son las molestias en los ojos, como picor, hinchazón, sensación de arenilla, etc.

También la fatiga ocular puede ser una de las causas de dolores de cabeza intensos que se localizan en la zona de ambos ojos.

Otros de los síntomas del estrés ocular son el exceso de lagrimeo y la visión borrosa.

Higiene ocular

A lo largo del contenido se han ido comentando una serie de patologías causadas por el estrés y/o la fatiga ocular. La aparición de alguna de estas patologías y otras afecciones oculares se pueden reducir con una correcta higiene ocular.

La higiene ocular consiste en un conjunto de hábitos personales, condiciones ambientales, precauciones y cuidado personal.

  • Cuidado del ambiente: Es fundamental cuidar el ambiente de trabajo, estudio y ocio. Lo principal es mantener una correcta iluminación. Se debe evitar la luz directa a los ojos de frente. También hay que evitar las sombras y los brillos, para ello es recomendado una luz superior que permita iluminar todo el espacio y una luz auxiliar lateral que permita ver la zona de trabajo sin generar brillos. También es importante controlar la temperatura ya que ambientes con temperaturas altas, poco ventilados y secos pueden producir fatiga ocular.
  • Descanso ocular: Es necesario realizar pausas cada hora de trabajo o de esfuerzo ocular. Se recomienda mantener los ojos cerrados unos segundos, mirar a lo lejos, masajes oculares, etc., para reducir la fatiga ocular o la aparición de esta. Además, en los casos en los que sea necesario, se pueden aprovechar estas pausas para hidratar los ojos con gotas oftálmicas.
  • También debemos proteger los ojos en el exterior evitando la radiación del sol, viento, etc.
  • No se deben frotar ni tocar los ojos con las manos sucias ya que se pueden producir infecciones a causa de bacterias y suciedad.
  • Limpieza ocular: Se debe limpiar con frecuencia y teniendo especialmente cuidado en las zonas sensibles como los parpados y la zona de las pestañas. Para ello hay toallitas y geles especiales.
  • Correcta hidratación: Es fundamental mantener los ojos hidratados, para ello hay que ser consciente del parpadeo cuando se están haciendo esfuerzos oculares. A demás se puede utilizar gotas oftálmicas en casos de fatiga ocular, uso de lentes de contacto, ojo seco, etc.