El ojo es el órgano humano que se encarga de percibir la luz. Básicamente, la transforma en impulsos de tipo electroquímico y la envía desde el nervio óptico (a través de las neuronas) hasta la corteza visual y otras áreas cerebrales.

Se trata de un sistema óptico con muchas funciones: capta la luz del entorno, utiliza el iris para regular su intensidad, el cristalino para enfocar el objetivo y formar la imagen percibida, y convertirlo todo en señales eléctricas que son enviadas al cerebro a través de conexiones neuronales.

La estructura del ojo se conforma de manera básica por los músculos extraoculares, los párpados, los globos oculares y el aparato lagrimal. A nivel más complejo, sus más de 15 elementos pueden entenderse mejor si los dividimos en una estructura de 3 capas: externa, media e interna.

En NTC Pharma producimos una variada gama de productos exclusivos para salud ocular que protegen y facilitan el correcto desarrollo de las funciones del órgano visual, tan importante en nuestro día a día.

Partes de la estructura del ojo

La Capa Externa del ojo

Integrada por la órbita, la conjuntiva, la esclera, la córnea y el aparato lagrimal (compuesto a su vez por el conducto lagrimal y dos glándulas específicas denominadas glándula lagrimal y glándula de Meibomio)

La órbita

Se trata de la cuenca ósea o el sistema de huesos convergentes que rodea al ojo y cuya función es básicamente de protección. La movilidad y comportamiento de este sistema la ejecutan 7 huesos y seis músculos extraoculares. Estos últimos van conectados directamente al ojo y son los responsables de su movimiento, arriba o abajo, a los lados y en rotación.

La conjuntiva

Es una membrana de formato mucoso compuesta de tejido transparente. Su función es la lubricación del ojo en sí, y la protección de la esclera.

La esclera

Es la parte ‘blanca’ del ojo. Compuesta por tejido más espeso que el resto y que cubre la superficie de lo que conocemos como globo ocular. A ésta se conectan los seis músculos extraoculares de la órbita.

La córnea

Es la capa frontal y transparente del globo ocular que cubre el iris. Su funcionamiento básico es como elemento de protección, y en primer término se comporta como una lente, filtrando el paso de la luz. Físicamente tiene forma de hemisferio.

El aparato lagrimal

El aparato lagrimal está compuesto por dos tipos de glándulas, la primera de ellas se llama glándula lagrimal. Está situada bajo el borde externo de la ceja y es responsable de la acuosidad de las lágrimas. La Glándula de Meibomio, por su parte, produce la parte más grasa de la película lagrimal, lo que facilita que se evapore a menor ritmo e intensidad. Por último, el conducto lagrimal facilita el drenado o expulsión de las lágrimas de los ojos.

La capa media

Comprende el iris, la pupila, el cristalino, el humor vítreo y el cuerpo ciliar.

El iris

Situado entre la córnea y el cristalino, sus músculos intervienen en la función de contracción o dilatación de la pupila cuando ésta recibe la luz directa. A la vista, es la zona del ojo que está ‘tintada’.

La pupila

Situada en el centro del iris. Realiza dos acciones denominadas midriasis (cuando se dilata) y miosis, cuando se contrae. Ese reflejo lo realiza en función de la cantidad de luz que entra en el ojo y llega a la retina.

El cristalino

Su funcionamiento básico es el de una lente que proyecta las imágenes recibidas en la retina. Está situada justo detrás de la córnea y su función es determinante en el enfoque de objetos. Protege a la retina de radiaciones, como las de los rayos ultravioleta, a través de la refracción de la luz que le llega desde la córnea.

El humor vítreo

Dicho de manera muy simple, es el ‘relleno’ del ojo. Técnicamente es un humor (un fluido corporal transparente y acuoso) almacenado tras el cristalino y que permite que, mediante la ocupación de gran parte del interior del globo ocular, éste mantenga su volumen y forma.

El cuerpo ciliar

Formado por el músculo ciliar y los procesos ciliares. Responsable de producir el humor acuoso, que lleva oxígeno y nutre tanto a la córnea como al cristalino. Participa en la función del enfoque al contribuir a la refracción de la luz.

La Capa Interna del ojo

Integrada por la retina, la mácula, el nervio óptico y la retina periférica

La retina

Es la capa de tejido sensible a la luz situada en la parte posterior del ojo. En ella se integran células conocidas como ‘fotorreceptores’, encargadas de convertir los estímulos luminosos en impulsos eléctricos.

La mácula

Es una pequeña área amarillenta integrada en la retina. Facilita la visión central y la percepción visual tanto de detalles de pequeño tamaño como del movimiento.

El nervio óptico

Responsable de trasmitir al cerebro los impulsos eléctricos que previamente han llegado a la retina como estímulos luminosos.

Retina periférica

Permite la visión lateral o periférica, facilitando que nuestra visión no sea en túnel.

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